El Ministerio del Tiempo y la historia compartida con humor

Uno de los estrenos más esperados en TVE, cuando ya nadie espera mucho de los estrenos de la televisión en directo, ha sido el de la cuarta temporada de El Ministerio del Tiempo.

El Ministerio del Tiempo

Es de alabar que siga viva una serie sobre historia en la televisión pública durante diferentes gobiernos, y que se haya convertido en un lugar de encuentro para el debate sobre cuestiones históricas, cuando es tan problemático hablar de la historia común en España.

Para no entrar en las causas variadas y complejas sobre la dificultad de encontrar en la historia una identidad común española, voy a contar una anécdota, de mi experiencia de intercambio como profesor Erasmus: cuando mis invitados llegan a España, suelen hacer un test sencillo a los alumnos, que incluye cinco fechas con las que te identificas como español. No suele haber nunca dos estudiantes españoles que coincidan en las mismas cinco fechas que nos definan como españoles, salvo la Guerra Civil, que sigue siendo la que todos señalan sin excepción.

Los ingleses, franceses, polacos, portugueses y alemanes saben perfectamente definir sus cinco fechas fundamentales, las de los acontecimientos históricos que les definen como nación. Nuestros estudiantes no lo saben, nadie se lo ha enseñado; o les han enseñado fechas muy variadas, las de cada región autonómica. Por eso es tan importante una serie de TVE que ficcione sobre los acontecimientos que deberían ser más conocidos por todos. Y lo haga con libertad y variedad de puntos de vista en su descripción.

No es bueno que lo único que saben todos los estudiantes españoles es que tuvimos una Guerra Civil -española. Parece que es un tema que los políticos están constantemente recordando, aunque no se preocupen de mucho más después de cara a la educación en la historia y las humanidades en general. Y esto empeora elección tras elección, pues es experiencia generalizada entre los profesores tanto de secundaria como de universidad que cada vez los alumnos saben menos de su historia.

Esto es, cada vez es más preocupante la pérdida de esa identidad común que venía siendo España, que es mucho más que la Guerra o la posguerra (la idea franquista de lo que es ser español).

Javier Olivares, creador de 'El Ministerio del Tiempo': “Una ...

La cuarta temporada del Ministerio del tiempo ha comenzado con referencias a la posguerra, con un cierto toque de humor y personajes que miran la historia desde el presente, con el dilema de aceptarla por su misión o intentar cambiarla, y adaptarla a sus ideas. No es fácil entrar a esas cuestiones tan discutidas, y se han resuelto bien, en general, salvo para los más ideologizados, que siempre verán pegas en el guión. Los extremistas de ambos lados no suelen dialogar, tampoco sobre la historia. O estás con mi visión de la historia o estás contra mí, pues todo para el extremista es blanco o negro.

Sin embargo, Los historiadores (o guionistas que respetan la historia, como es el caso), saben que hay que tener todos los puntos de vista en cuenta, tantos como las diversas fuentes que manejan. En eso consiste una buena película histórica o una buena serie sobre la historia. Pienso que El Ministerio es no sólo una buena ventana a nuestra historia, a la que te asomas de modo divertido, sino también uno de esos lugares de encuentro de todos los españoles, y espero que siga siéndolo.

Quizás haya perdido la frescura del humor de las primeras temporadas, pero puede ser solo coyuntural, por la época retomada, y la necesidad de dar dramatismo a la reaparición de Sancho, Julián, con otro nombre y sin memoria. No quiero contar mucho más, aconsejo ver la serie antes de leer su trama, tanto en TVE como en la plataforma HBO. Pero quiero ahora detenerme un poco más en el tema fundamental del humor, para poder aproximarse a la historia. Parece que el humor estará presente de nuevo en los capítulos que vienen, y permitirá que nos riamos juntos con nuestra historia, y por tanto que construyamos juntos el futuro.

No hay nada más sanador que el humor. Y nada que cambie mejor las cosas, como hizo ¡Vaya Semanita! con el problema vasco, al poner sobre la mesa los temas tabú del momento, que ya dejaron de serlo. Una vez abierto el diálogo entre vascos (y entre españoles después, pues Ocho apellidos vascos es de los mismos guionistas), los problemas de la convivencia también se fueron solucionando. Y ETA acabó por desaparecer, por irrelevante y por dejar de dar miedo. Hubo otras muchas causas del fin de ETA, pero no me cabe duda que una importante fue el reírse juntos de la propia historia y realidad vasca, y eso lo hizo por primera vez Vaya Semanita.

Vaya semanita! - Castellón Diario

El Ministerio del tiempo permite que además de conocer nuestra historia nos riamos con ella, y veamos todos los españoles que es más lo que nos une que lo que nos separa. Por eso, bienvenido sea, y bienvenidas las críticas y comentarios en todos los periódicos, de la línea editorial o ideológica que sean.

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